Diagnóstico
Los médicos diagnostican la anemia en función a los antecedentes médicos y familiares del paciente, el examen médico y los resultados de pruebas y procedimientos.
- Antecedentes médicos y familiares: el medico preguntará al paciente si tiene algún signo o síntoma de la anemia. Además, consultará si ha tenido alguna enfermedad o problema de salud que pueda causar dicha afección. El paciente deberá informar de las medicinas que toma, el tipo de alimentación que sigue y si alguno de sus familiares tiene anemia o antecedentes de dicha enfermedad.
- Se procederá a realizar una exploración médica para determinar la gravedad de la anemia e investigar sus causas. Dicho examen puede consistir en: auscultar el corazón, para ver si los latidos son rápidos o irregulares, y los pulmones, así como palpar el abdomen para ver el tamaño del hígado o del bazo. Además el médico podrá realizar otro tipo de exámenes para determinar posibles pérdidas de sangre.
- Hemograma completo, en el que se examinan diferentes componentes de la sangre; si se diagnostica anemia mediante el hemograma se necesitarán otras pruebas como electroforesis de hemoglobina, recuento de reticulocitos o pruebas para determinar las concentraciones de hierro en la sangre y en los depósitos del cuerpo.
Tratamientos
El tratamiento de la anemia depende del tipo, la causa y la gravedad de la enfermedad. Los tratamientos pueden consistir en cambios en la alimentación, la administración de suplementos nutricionales, medicinas o intervenciones quirúrgicas para hacer frente a la pérdida de sangre.
- Cambios en la alimentación o suplementos adicionales: aumentar el consumo de hierro (a través de alimentos como las espinacas u hortalizas similares, lentejas, garbanzos, frutos secas o cereales y pan), de vitamina B12 (presente en los huevos, carnes y pescados), de ácido fólico (gracias al pan, la pasta, las judías o los plátanos) o de vitamina C (que se encuentra en los kiwis, las fresas o el melón).
- Fármacos como antimicrobianos para tratar infecciones, hormonas para disminuir el sangrado menstrual o medicinas para evitar que el sistema inmunitario del organismo destruya sus propios glóbulos rojos.
- En los casos más graves se realizarán intervenciones como la transfusión de sangre, el trasplante de células madre de la sangre y de la medula ósea para aumentar el número de glóbulos rojos, blancos y plaquetas o, en casos extremos, la cirugía por hemorragias graves o potencialmente mortales.
Otros datos
Posibles complicaciones
En casos de anemias graves, los pacientes tendrán problemas para que su organismo transporte la cantidad de oxígeno necesaria para que todos los procesos se realicen de forma habitual y, por tanto, el paciente puede llegar a sufrir un infarto.
En el caso de las mujeres embarazadas, si la anemia ha estado presente durante la gestación, en algunos casos los niños pueden nacer con peso bajo y más pequeños.
Por último, si se producen hemorragias muy fuertes que no están controladas, el paciente puede llegar a morir.